El XXVII Congreso Nacional de la Empresa Familiar tuvo lugar este año en Santander, donde cerca de 650 representantes de empresas familiares se reunieron para estrechar lazos, aprender y poner en valor el papel que las empresas tienen tanto en el ámbito económico como en el social.
Organizado por el Instituto de la Empresa Familiar, en colaboración con la Asociación Cántabra de la Empresa Familiar ACEFAM y patrocinado por Banco Santander y KPMG, el encuentro contó con una amplia representación de la AEFA, formada por 31 de nuestros asociados.
La clausura corrió a cargo de Felipe VI, quien en su intervención destacó la implicación de las empresas familiares en el territorio y su visión a largo plazo. “Sois ‘origen y futuro’; un futuro que, como sabéis, debe contemplar un potente y claro esfuerzo neto hacia la innovación y hacia el aprovechamiento de las tecnologías”. Y lanzó un mensaje de confianza: “Si el objetivo es mantenerse y prosperar, el camino es adaptarse. Lo habéis hecho en épocas pasadas y más recientes, y estoy seguro de que lo seguiréis haciendo”.
Ignacio Rivera, presidente del Instituto del IEF, recalcó que “la empresa familiar desempeña un papel esencial en la construcción del futuro por su contribución al progreso y la modernización del país”. En esa línea, reclamó evitar el intervencionismo excesivo para que las empresas no pierdan competitividad.
El lema de este año, “Somos futuro” no podía ser más apropiado, con un programa que incluyó los principales temas que afectan a las empresas familiares y que marcan su crecimiento.
En concreto, se habló de los retos que plantea la inteligencia artificial y las ventajas competitivas que ofrece; de la importancia de las políticas de sostenibilidad de las empresas y cómo seguir avanzando en su implementación; del impacto en las empresas de la inestabilidad política a nivel mundial y en Europa, en particular.
Radiografía de la empresa familiar
Durante el congreso se presentaron los datos de la encuesta demoscópica e interactiva sobre el perfil de la empresa familiar, con un resultado que muestra optimismo entre los directivos de las compañías, con un 60% que prevé cerrar el año con un aumento de ventas, aunque solo el 42% espera incrementar la plantilla.
Los cambios regulatorios, la dificultad para encontrar profesionales cualificados y los riesgos geopolíticos se apuntan como los principales problemas que afectan a la competitividad.
En cuanto a los retos, la captación y retención de talento, la digitalización y la inteligencia artificial fueron los más mencionados.
Para al menos el 50% de los encuestados, la gobernanza y la planificación de la sucesión son claves para la continuidad del negocio. Finalmente, el 57% coincide en señalar como parte de los valores de la empresa familiar el compromiso con el territorio de origen de la compañía.
En esta edición, el país invitado fue Italia, cuyo tejido empresarial se asienta también sobre la empresa familiar. Enrico Letta, presidente del Instituto Jacques Delors y ex primer ministro de Italia, impartió la conferencia titulada “El futuro de Europa”.
En el congreso también participaron el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu; la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz Delgado, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, la presidenta cántabra, María José Sáenz de Buruaga Molina, y la alcaldesa de Santander, Gema Igual, entre otras autoridades, así como representantes de cerca de 650 empresas familiares.